“Una señora de 70 años se apoya en una farola en Puerto del Rosario, con muchas dificultades para caminar, vestida de negro, lloraba apoyada en una farola, lloraba porque venía caminando desde el Hospital.
Le pregunté, señora, se siente mal? y responde” tengo fatigas y no tengo para un taxi y me queda aun mucho para llegar a casa, vivo con mis tres nietos de 7 de 9 y de 11 años, mi hija se fue con otro y me dejó a mi cargo a los niños, me están arreglando los papeles para una ayuda de 426 euros.
Alguien le dio 10 euros y para ella esos 10 euros era una fortuna con la que igual podía hoy comprar leche y pan. La señora tras bendecir una y otra vez a quien le dio los 10 euros decidió ahorrarse el taxi y seguir caminando.
Esa señora me la clavó a mí hace años con el mismo argumento. Es todo mentira y vive mejor que una.
Antes de la pandemia, conocí a esta señora. Me detuve en el coche ayudándola. Ella respondió de la misma manera, tenía dificultades para caminar y tenía 3 nietos, etc. Se metió en mi coche, fuimos a 5 farmacias porque necesitaba comprar algunos medicamentos. Después de eso, la llevé a casa. Pagué todo yo y le di más dinero. Me agradeció llorando .
Antes de la pandemia, conocí a esta señora. Me detuve en el coche ayudándola. Ella respondió de la misma manera, tenía dificultades para caminar y tenía 3 nietos, etc. Se metió en mi coche, fuimos a 5 farmacias porque necesitaba comprar algunos medicamentos. Después de eso, la llevé a casa. Pagué todo yo y le di más dinero. Me agradeció llorando .